Desde hace ya algunos años, las grandes empresas tecnológicas como Facebook o Twitter tienen una difícil y constante tarea de luchar contra las informaciones falsas que se van difundiendo por internet de forma viral e incontrolable. Los gobiernos también tienen equipos de seguridad encargados de frenar la difusión de noticias falsas por lo que pasó en 2016 en Estados Unidos, cuando Trump se impuso a Clinton en las elecciones.
¿Qué es una “fake new”?
Pero antes de entrar en materia, ¿qué son las “fake news”? Literalmente significan noticias falsas y se suelen difundir a través de los medios de comunicación, ya sean tradicionales o más novedosos, donde están cogiendo gran fuerza. Son considerados una amenaza a la credibilidad de muchos medios de comunicación serios y a la profesión de los periodistas.
Hay que tener en cuenta que, las noticias publicadas en medios satíricos ya tienen como objetivo el humor y estas no se consideran noticias falsas por el contexto y la intencionalidad ya que no llevan a ninguna confusión al lector.
Amenaza real
Las “fake news” ya son consideradas como una amenaza nacional más por usar y difundir información sensible y, en algunas ocasiones, con carácter hostil. La gran ventaja de estar permanentemente informados de todo y al instante se convierte a veces en un arma de doble filo… esto puede generar información falsa, barata y con un posible alcance brutal.
Uno de los principales problemas es la velocidad a la que circula esa información, tan rápida que, cuando uno se da cuenta y quiere poner remedio, es casi imposible. Existen estudios que demuestran que las “fake news” que circularon en las redes sociales durante el mes de octubre fue mayor que todas las que lo hicieron durante las últimas elecciones de Estados Unidos.
¿Existe algún truco para identificarlas?
Sí: El sentido común, la desconfianza y saber contrastar. Llegaremos a un punto en el cual se consumirán más noticias falsas que verdaderas y eso es catastrófico, si no sabes identificarlas. La lucha es constante para evitarlo, pero mientras tanto, tenemos que saber usar nuestro sentido común y no creerse todo lo que se lee en las redes sociales, WhatsApp o internet en general. Cuando nos llegue una información, tenemos que contrastarla antes de darla por buena en nuestra cabeza.
Una tarea pendiente a nivel nacional pasa por mejorar las relaciones entre empresas y políticos porque, si todos ponemos de nuestra parte, será mucho más sencillo combatir y filtrar las noticias falsas. Es sencillo decir que usemos el sentido común, que desconfiemos y que contrastemos, pero no es tan fácil aplicarlo y cuesta saber discernir entre algo que es real de lo que no lo es porque una noticia, cuando llega al calificativo de viral, se transforma en un monstruo muy difícil de contrastar para evaluar si la información que estamos consumiendo es real o inventada.
¿Y yo como puedo poner mi granito de arena?
Queda mucho camino por recorrer y las “fake news” nos acompañarán siempre, si todos ponemos de nuestra parte, no conseguiremos que desaparezcan pero sí reducir su impacto. Una acción muy sencilla pero que puede ayudar enormemente a que una información falsa no pase a viral es no contribuir a expandir las noticias falsas compartiendo en las redes sociales ese tipo de información o reenviarla a nuestros contactos de Whatsapp, por ejemplo. Las “fake news” no son nada si nadie las consume, así que volvemos al concepto anterior: Sentido común, desconfianza y saber contrastar.